María Olivan

María Olivan

Recuerdo como si fuera ayer el momento en el que decidí irme a Ricaurte como voluntaria en verano de 2021. Lo decidí tras una conversación que tuvimos con Bachi, la directora del UEENCAR en la que fue capaz de trasmitirnos toda su dedicación y cariño por la escuela.

No nos vamos a engañar, fue un año complicado para todos y no era menos en Ricaurte. Los niños todavía no habían vuelto al colegio debido a la pandemia y no sabían cuándo iban a regresar.

No fueron pocas las personas que me preguntaron por mis expectativas o el qué iba a hacer allí y la respuesta era que ni tenía expectativas ni sabía exactamente cuál iba a ser nuestra labor en ese verano de tanta incertidumbre.

Digo “nuestra” porque no me fui sola. Me siento afortunada de haber compartido esta experiencia con María Gimeno, estudiante de medicina, y Christian Peña, fisioterapeuta y estudiante de enfermería. Y luego estoy yo, María Oliván, trabajadora social y estudiante de un máster en cooperación al desarrollo.

Cuando pisé por primera vez la escuela y conocí en persona a Bachi y a todos los demás,  me sentí en casa, y no lo digo por decir. Siempre amables, atentos, dispuestos, y protectores con nosotros. Nos esperaban seis semanas muy prometedoras por delante…

Desde el primer momento estuvimos involucrados en el proyecto de Erradicación de trabajo infantil en el que vimos realidades de muchos niños que poco tenían que ver con lo que un niño debería vivir. Me pareció un proyecto precioso, en el que trabajan 8 personas que se dedicaban en cuerpo y alma a los niños y familias del Cantón de Urdaneta y Puebloviejo.

Mis compañeros hicieron consultas médicas con una doctora de Cuenca (Ecuador) a las familias de Ricaurte, las cuales fueron para muchos niños su primera visita al médico.

También acompañamos a los profesores en su seguimiento del alumnado. Como todavía no habían vuelto a la escuela, decidieron hacer visitas domiciliarias a las familias para ver cómo se encontraban los niños.

Además participamos en el programa de radio Radio Carmen, el cual hacen desde la escuela y tratan temas de gran importancia como la educación y sanidad en Ecuador, ODS, la realidad de los niños con diversidad funcional, etc.

Tuvimos la grandísima suerte de poder pasar nuestros días con la familia Bohórquez, especialmente con Ronny, Henry y Joao, con los que tenemos una relación de ‘hermanos’ como siempre ellos dicen y quienes nos alegraron la estancia con sus canciones, largas conversaciones y muuuuuchas risas.

Solo puedo estar eternamente agradecida por haber tenido la oportunidad de trabajar, convivir y viajar con todas las personas de la escuela y así haber conocido Ecuador y sus costumbres. Tengo preciosos recuerdos y muchos motivos por los que regresar!!

 

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