Hola, mi nombre es Ana.
Siempre me han encantado las aventuras, experimentar y aprender, por ello, este verano decidí realizar este voluntariado en Ecuador, concretamente en Lago Agrio, provincia de Sucumbíos.
Este voluntariado se realizaba en la Federación de Mujeres de Sucumbíos, donde tienen una casa de acogida para mujeres víctimas de violencia con sus hijos.
Para mí fue una experiencia muy enriquecedora a la vez que dura, al conocer las historias de todas esas mujeres luchadoras.
Junto a mis compañeros Jorge y Ana, conseguimos empaparnos de la cultura del país, disfrutar, jugar partidos de futbol interminables y aprender la importancia de una sonrisa.
Sin duda fue una experiencia enorme de la que me llevo muchas personas que ya no podré ni querré olvidar.
Gracias por hacerme volver con el corazón más grande y la maleta llena de aprendizajes.