Manifiesto de la Fede por el 8 de marzo

MANIFIESTO DE LA FEDERACIÓN DE MUJERES DE SUCUMBÍOS POR LA CONMEMORACIÓN DEL 8 DE MARZO, DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES.

En este año, en que la Federación de Mujeres de Sucumbíos cumple 35 años de constante lucha por la defensa de los derechos de las mujeres, volvemos a manifestar nuestro compromiso para seguir trabajando por el mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres de la provincia. Reconocemos que junto al movimiento de mujeres a nivel internacional y nacional hemos avanzado en muchos aspectos, pero todavía hace falta seguir exigiendo el cumplimiento de nuestros derechos.

Por esta razón, en esta fecha, expresamos nuestro sentir sobre la situación del ejercicio de nuestros derechos.

1.- DERECHOS ECONÓMICOS: Los derechos económicos de las mujeres están dirigidos para alcanzar nuestro desarrollo integral y nuestra autonomía económica. No podemos olvidar que la crisis económica producto de la pandemia, ha afectado con mayor fuerza a las mujeres, porque somos las que más empleos hemos perdido. Además, durante este tiempo hemos tenido que multiplicar nuestras tareas y responsabilidades para atender el bienestar de nuestras familias en todas sus necesidades, cuidados que no son remunerados y muchas veces invisibilizados; todo esto a costa de nuestras actividades laborales y de nuestro propio bienestar. Por esta razón exigimos al Estado que priorice las políticas públicas destinadas a facilitar el acceso de las mujeres a recursos económicos y técnicos que permitan impulsar nuestros emprendimientos, y beneficios sociales para las amas de casa.

2.- DERECHO A LA PARTICIPACION POLITICA: El derecho a la participación política de las mujeres, nos permite influir en los procesos políticos y en la toma de decisiones, lo cual es fundamental para la democracia y el logro de la igualdad. En la actualidad, los mecanismos de participación y control social se manipulan por parte de los gobernantes e impiden la participación real de la población. Las mujeres enfrentamos dificultades de forma permanente, para que se nos tome en cuenta en la definición de presupuestos de los Gobiernos Locales. Exigimos que se cumpla la obligatoriedad de incorporar en las políticas públicas el enfoque de género y destinar recursos para ejecutar las actividades destinadas para atender las prioridades de las mujeres, exigimos la paridad entre hombres y mujeres en el desempeño de la función pública, exigimos la participación de los grupos de atención prioritaria en el 10% de los presupuestos de todos los Gobiernos como determina la ley.

3.- EDUCACIÓN: La educación es un derecho fundamental para que las mujeres podamos alcanzar el objetivo de la igualdad. Por esta razón exigimos facilitar el acceso de las mujeres a todos los niveles de educación y en especial a la educación técnica, profesional y superior. También es necesario que se dé importancia a la superación de las dificultades que ha presentado la pandemia para el desarrollo de la educación, rehabilitando la infraestructura educativa, democratizando el acceso a nuevas tecnologías, ampliando la señal de internet a todas las zonas rurales y de frontera de nuestra provincia y promoviendo la apertura de centros de educación técnica y profesional en los diferentes cantones. De igual forma, unimos nuestra voz a la de quienes exigen y reclaman una universidad pública para Sucumbíos. Denunciamos las falsas promesas, los acuerdos incumplidos y exigimos nuestro derecho.

4.- DERECHO A UN AMBIENTE SANO: La Constitución de nuestro país indica que es de interés público la conservación de los ecosistemas, la preservación del ambiente y de la biodiversidad. Por lo que el Estado deberá prevenir el daño ambiental y la recuperación de los espacios naturales degradados. Desgraciadamente esto no se cumple, especialmente en nuestra Amazonia, donde continuamente se producen los derrames del petróleo, que afecta no solo a la naturaleza, sino también a la salud y economía de los habitantes. En estos meses se han producido dos grandes derrames que han afectado los ríos Coca y Napo, afectando a todas las comunidades que se encuentran en la ribera, esta situación ha afectado el agua para el consumo humano, ha destruido las fuentes de alimentos y la salud de los habitantes. Nos hemos quedado sin la carretera principal y los mecheros siguen contaminando nuestro aire. El Gobierno no hace nada, no genera acciones de reparación integral de estos daños. Exigimos que el Estado garantice la restauración de los ecosistemas y repare los daños causados a las poblaciones afectadas además de propiciar la ejecución de las multas y sanciones que dispone la Ley para quienes atentan contra los derechos de la Naturaleza.

5.-SALUD: Las mujeres demandamos el derecho a la salud porque defendemos y cuidamos la vida. Reclamamos mejoras en el acceso a la salud para todas y todos, en la calidad de la atención médica, en el saneamiento de nuestros hogares (agua potable y alcantarillado) para garantizar la salud de nosotras y nuestras familias. En la actualidad tenemos grandes dificultades para el ejercicio de este derecho. El sistema de salud no dispone de equipamiento y especialistas para atender la salud de la población y también carece de las medicinas básicas para el tratamiento de nuestras enfermedades. Este problema es mayor en las zonas rurales y de frontera. El sistema de transferencias a otros niveles de atención de salud, es deficiente y no facilita un tratamiento adecuado y oportuno. Además, las ambulancias nunca están disponibles cuando las necesitamos. Exigimos que se prioricen políticas destinadas a fortalecer el sistema de salud primario en nuestras comunidades, que se elabore y aplique un Plan de Salud Preventiva en la provincia que responda a las necesidades de las mujeres y de los grupos de atención prioritaria. Por último, demandamos y exigimos que el Ministerio de Salud y el IESS invierta en Sucumbíos como lo hace en otras provincias, destinando presupuestos suficientes para incrementar el personal sanitario y brindar la atención la atención en salud que nuestra población necesita.

6.-DERECHO A UNA VIDA LIBRE DE TODAS LAS VIOLENCIAS: El derecho a una vida libre de todas las violencias nos garantiza a la diversidad de mujeres el derecho a estar vivas, a que se respete nuestra integridad física, psíquica y sexual, a no ser víctimas de discriminación ni exclusión por las decisiones que tomemos sobre nuestra identidad y orientación sexual. La violencia machista, mata, y este año 2022 desde el uno de enero hasta la fecha, han ocurrido 22 femicidios y 2 trans femicidios. El Estado ecuatoriano no responde de forma eficaz en la prevención de estos delitos ni en la reparación a las víctimas. 161 menores de edad quedaron en la orfandad el año pasado como consecuencia de los femicidios perpetrados contra sus madres, estas niñas, niños, adolescentes, aún esperan por la reparación y el Estado no cumple. Exigimos una ley justa y reparadora que garantice el acceso a las víctimas de violación a la interrupción voluntaria del embarazo, protegidas y seguras. Exigimos que el Sistema de Protección a mujeres, niñas, niños, adolescentes sobrevivientes de la violencia basada en género, sea fortalecido; exigimos el cumplimiento a cabalidad de la Ley de Erradicación de la Violencia de Genero vigente en nuestro país. No podemos avanzar en este sentido si no existe inversión real. Las casas de acogida para sobrevivientes de la violencia basada en género, vieron reducidos sus presupuestos en este año 2022 y vieron como las condiciones lejos de ser favorecedoras y de apoyo a la labor que desde hace muchos años vienen desarrollando las organizaciones sociales, quienes asumen el mayor peso de la financiación de la atención y protección a las víctimas, se convirtieron en pesados fardos que tienen que sobrellevar, en medio de una relación marcada por la subordinación a la Secretaria de Derechos Humanos.

El Estado ecuatoriano no garantiza los derechos de las sobrevivientes de la violencia basada en género, no cuando no hay un avance real en la atención integral y en la protección. Tenemos un Estado que habla mucho y que cumple poco. Con los nombres de las sobrevivientes en nuestra memoria, en nuestro corazón y en nuestra convicción levantamos nuestra voz para denunciar la violencia machista y exigir justicia justa para las mujeres.

Nosotras mujeres del sector rural, urbano, nacidas en distintas partes del Ecuador y en otras naciones, mujeres de frontera, de diversas etnias, nacionalidades, situaciones de movilidad humana, de la diversidades sexuales, nosotras mujeres de la Federación de Mujeres de Sucumbíos, nos manifestamos este 8 de Marzo Día Internacional de los derechos de las mujeres y le decimos a Sucumbíos, al país entero, que no se puede soportar más las condiciones de vida en las que la mayoría de mujeres de esta provincia estamos viviendo. ¡¡¡Estado ecuatoriano responde ya!!!. Exigimos justicia.

Así mismo honramos la vida de cada una de las mujeres que están presentes hoy aquí, mujeres venezolanas, colombianas, honramos la vida de quienes se fueron antes, de las que ya no están, pero nos dejaron su legado de defensa de los derechos de las mujeres.

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